BlogEl juego libre nunca es una pérdida de tiempo.

El juego libre nunca es una pérdida de tiempo.

El otro día estaba hablando con un señor que cuida a su nieta de 7 años. Le pregunté cómo le iba a la niña en la escuela. Dijo mal, porque solo piensa en jugar. Le dije que esto es normal. Es un niño y jugando también está aprendiendo mucho. El juego libre nunca es una pérdida de tiempo. Su abuelo insistía en que jugara menos, porque así no pasaría el año escolar.

En sus palabras, existe la creencia errónea de que jugar es incompatible con aprender. Jugar se entiende como ociosidad y pérdida de tiempo. Es como si tuviéramos que regular el tiempo de juego como una tarea más y no es así. Así que repito, el juego libre nunca es una pérdida de tiempo. Por el contrario, está permitiendo que el niño aprenda de sus propias experiencias.

Está científicamente demostrado que el juego y el movimiento están relacionados con el aprendizaje. El cerebro de un niño no está equipado para sentarse en sillas. Necesitan movimiento constante. Por eso, aunque te sientes en una silla para colorear, no tardas 15 minutos en levantarte, porque tu cuerpo y tu mente necesitan movimiento. Sobre todo en los niños muy pequeños, es cuando existe más plasticidad cerebral y debemos aprovecharla para su inteligencia.

¿Por qué el niño ya no juega libremente?

Más de una vez habrás leído sobre la importancia de jugar al aire libre para el desarrollo de un niño. Sin embargo, sabemos que muchas veces no es fácil proporcionar a nuestros hijos un entorno natural en el día a día. Primero, muchos padres tienen horarios ocupados. Salen de casa muy temprano y regresan tarde. Cuando están con sus hijos, por lo general, se ocupan de tareas rutinarias básicas: cenar, bañarse, cepillarse los dientes, ponerse el pijama, dormir. Y así durante al menos cinco días a la semana.

Y, por supuesto, si no son los padres, es el propio niño el que tiene una apretada agenda de actividades extraescolares: ballet, fútbol, ​​baloncesto, pintura…

Y, finalmente, solo por enumerar tres obstáculos para el juego libre, existe inseguridad en las calles. Además de la falta de áreas de juego para que nuestros niños jueguen libremente, también vivimos con inseguridad. Muchos padres ya han dejado de salir con sus hijos a diario por el tema de la violencia. Y cuando lo hacen, terminan llevándolos a los centros comerciales. Está todo muy mal, ¿no?

¿Cómo fomentar el juego libre en casa?

Tenga en cuenta que lo ideal para el desarrollo de nuestros niños será siempre brindarles un ambiente natural para el juego libre. Sin embargo, teniendo en cuenta las dificultades para conseguirlo, podemos adaptar nuestro hogar para permitir al niño espacios de juego y libre circulación. ¿Cómo?

ambientes preparados

Nos encanta la idea de tener los ambientes preparados en casa. Esto permite que el niño se mueva libremente por los espacios de la casa y haga lo que quiera. Sé que muchos padres optan por convertir una habitación de la casa en un sala de juegos. Pensé en hacerlo yo mismo, pero por falta de espacio terminé optando por preparar los ambientes de juego teniendo en cuenta las habitaciones. Por ejemplo, en la cocina, Laura tiene una minicocina, lo que permite el juego simbólico. Casi siempre, cuando estoy cocinando, tengo su compañía en la cocina. En lugar de luchar para que no se acerque a la estufa, tengo un niño que se divierte en su mini cocina, preparando también el almuerzo o la cena. Te invito a ver nuestros ambientes preparados en el siguiente enlace:

En lugar de juguetes, ofrezca materiales de juego

Solemos dar a nuestros hijos muchos juguetes, además de los que reciben de familiares y amigos. La mayoría de las veces, son juguetes que solo hacen algo, lo que no fomenta el juego libre. Recordemos que cuanto menos se haga el juguete, más hará la mente del niño. Por eso apostamos por materiales de juego que no son más que juguetes que invitan a los niños a jugar de forma creativa. Dejamos algunos enlaces que complementan la idea:

menos televisión

Sé que es un tema controvertido. Muchos niños están “pegados” al vigilabebés. Eso es cuando tampoco están en sus teléfonos celulares o tabletas. Pero es un hecho. Menos televisión, más aburrimiento, por tanto, más creatividad en acción. Debemos aprender a dejar que el niño se aburra. Es en estos momentos cuando surgen las ideas más creativas.

Si su hijo ha estado conectado a la televisión durante mucho tiempo, es hora de alejarlo de las pantallas. Así es, es un proceso difícil, pero puede dar sus frutos. Consulta en el siguiente post nuestros consejos para deshacerte de la televisión en casa.

  • Cómo destetar a los niños de las pantallas desde el respeto

Jugar gratis no es una tarea

Finalmente, jugar no debe estar entre las tareas diarias del niño. No debemos reservar un momento del día para que juegue. Por el contrario, debemos entender el juego como parte de su aprendizaje y su principal forma de entender el mundo en el que viven.

Y si el caso es establecer rutinas, podemos hacerlo perfectamente. Para ello, podemos establecer horarios y secuencias de tareas a cumplir. Usar herramientas útiles de Disciplina Positiva, por ejemplo, para lograr que nuestros hijos colaboren. Podemos encontrar soluciones para que nuestros hijos colaboren y hagan sus deberes, sin tener que estar impedido de jugar.

Educación Emocional

En el apartado de Inteligencia Emocional aprendemos a ayudar a nuestros hijos a reconocer e identificar correctamente las emociones. A partir del desarrollo de la inteligencia emocional, se prepara al niño para vivir diversas situaciones de forma equilibrada. Saber más:

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