Cuantos más sabores les demos a probar a nuestros hijos, más desarrollarán sus papilas gustativas y ampliarán la lista de alimentos que comerán en el futuro. Recuerda que las papilas gustativas se programan durante el embarazo, la lactancia y con los primeros sólidos que ofrecemos al bebé.
Ya conoces esa historia: si queremos que los niños coman verduras, debemos facilitarles el contacto con las verduras. Esto significa que cuanto más colorida sea la comida de tu bebé, más fácilmente se adaptará a los sabores y no tendrá problemas para alimentarse en el futuro.
¿Es esa regla? ¡Claro que no! Hay niños que padecen alguna intolerancia, por lo que el propio organismo intenta rechazar determinados alimentos. Lo importante, en este caso, es dotar a los alimentos de otras posibilidades que enriquezcan el paladar.
Así que trata de crear un menú rico y colorido. Es inútil dibujar una flor o un animal con comida. El niño no es tonto. No creas que te estás comiendo una flor y menos un animal. Lo importante es variar los alimentos para que el niño aprenda a comer mejor.
Creación con archivo adjunto
En la sección Crianza con apego encontrarás textos interesantes sobre cómo podemos criar a nuestros hijos con amor, respeto y firmeza. Prepararse para ser padres es importante. Saber cómo podemos vincularnos con nuestros hijos, educándolos sin gritos, amenazas y castigos también. Acceso:
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